La Volturno (100 de 100)


1.    Era de mi mamá.
2.    Y antes, de mi abuela.
3.    Mi abuela era italiana.
4.    La cafetera también.
5.    Y el café que sale de adentro, un poco, también.
6.    La tengo en casa.
7.    Arriba de la mesada, en general.
8.    Ahora, arriba de la garrafa.
9.    Hace dos meses que estamos sin gas.
10. Arriba de la garrafa pierde un poco el glamour, hay que decirlo.
11. Aunque también lo hace más bohemio, si se quiere.
12. La garrafa desprende un olor desagradable, que compite con el de café recién hecho.
13. ¿Cuándo va a volver el gas?
14. (El otro día hicimos pollo con la garrafa. En la parrigas. Toda una experiencia. De esas para olvidar).
15. Tardé un tiempo en aprender cómo usarla.
16. A la cafetera.
17. (Con la garrafa todavía nos estamos conociendo)
18. Al principio me costaba cerrarla bien, entonces el café no se hacía.
19. Salía por la rendija que separa la parte de abajo de la parte de arriba.
20. Varías veces no se hizo bien y tuve que tirarlo.
21. Es triste tirar café.
22. Sentir ese olor a café no hecho. A lo que pudo haber sido, y no fue.
23. Es triste.
24. No tomarlo.
25. Tener que hacerlo otra vez.
26. Maniobrar la cafetera caliente.
27. Quemarse un poco.
28. Putear otro tanto.
29. El café después de eso tiene otro sabor.
30. Un sabor amargo. El de sentirme una inútil.
31. Me pregunto si es que hay algo de sangre italiana corriendo por mis venas.
32. ¿A mi abuela Elena le habrá salido mal el café alguna vez?
33. Aprendí que hay que hacer cierta fuerza para cerrarla bien.
34. Para que no se escape el agua por la rendija.
35. Para que no entre aire. Para que rompa el hervor.
36. Y no siempre estoy de ánimos.
37. O tan despierta.
38. Para cerrarla con fuerza.
39. Así que, de vez en cuando, me pasa.
40. De a poco, fui aprendiendo hasta dónde hay que poner el agua.
41. Hasta dónde el café.
42. Y que cuando escucho el ruido de las burbujas, hay que apagarla.
43. Un par de veces me fui lejos y no escuché el ruido.
44. El café se quemó.
45. Hay que estar cerca.
46. Pide mucho de uno.
47. Fuerza. Cercanía.
48. Y no rinde demasiado. Tres o cuatro tazas nomás.
49. Eso que tengo el modelo más grande.(Antes tenía el que rendía una sola taza).
50. Pero sale rico el café.
51. Y hay como una mística alrededor. Los orígenes. Lo hecho a mano.
52. Y el después.
53. El desarmarla. Vaciar el pocillito.
54. En general, la enjuago así nomás, y la dejo escurrirse en el borde de la mesada, arriba de un repasador. Dada vuelta.
55. La parte de afuera nunca la limpié, desde que me la dieron. 
56. Un par de veces vino mi mamá de visita y se puso con la virulana. A sacarle brillo.
57. Y me enojé. Porque ya le dije mil veces que no quiero que me limpie. Que no la invito para eso. Que cuando vaya a su casa me voy a poner a limpiarle las paletas de ventilador, que están llenas de polvo, a ver qué si le gusta.
58. Ahora brilla y se ve más linda. Es verdad.
59. Eso no se lo dije a mamá.
60. Aunque hay cierta suciedad, la del tiempo, que no sale.
61. El otro día me puse yo con la virulana. Y no salió. Estuve un rato.
62. Pensé en comprar ese líquido que usan los encargados de los edificios para limpiar los porteros eléctricos. Pero al final no lo compré.
63. Primero quiero comprarme una esponja vegetal exfoliante. Para mi.
64. Tengo que poner prioridades.
65. Primero yo. Después la cafetera.
66. Voy a ver si esta tarde la compro.
67. A veces me agarran esos ataques locos de limpieza, que no sé de dónde me salen y empiezo a limpiar cosas y rincones insólitos.
68. No míos.
69. De la casa. De las cosas.
70. Me acuerdo esa noche, en Carlos Calvo, cuando me puse a limpiar el techo del baño parada en un banquito.
71. Frenética limpiaba.
72. No podía parar.
73. Cif, virulana. Trapo. De todo.
74. Me acuerdo que había fumado porro.
75. En vez de relajarme o ponerme a pintar, o a bailar, se me había dado por la limpieza.
76. Al día siguiente me dolía todo el cuerpo.
77. Ahí creo que ya usaba la Volturno. En el PH quedaba todavía mejor. Daba más con el lugar.
78. Volturno.
79. Siempre me lo confundo con Espoturno, que era la vecina de la casa de mi abuela.
80. De mi otra abuela. No la italiana, la judía.
81. Siempre hablaba de La Espoturno. La Espoturno esto. La Espoturno lo otro.
82. Nos quería presentar al nieto de la Espoturno, porque estaba recién recibido. “Un partidazo”, decía.
83. Era una vieja de mierda.
84. La Espoturno. No mi abuela.
85. Un poco mi abuela también, pero yo la quería.
86. Ella también tenía una volturno, mi abuela Hebe.
87. Y ahora que pienso, la que tengo no sé bien de qué abuela era.
88. Le pregunto a mamá. Pero ella tampoco sabe.
89. “No tengo idea” me dice. “Tengo como cuatro más en casa, si querés. Me fueron quedando. De varios tamaños. Una era de la Tía Concepción”.
90. Miro la volturno.
91. Todavía le queda un culito de café, así que me lo caliento al microondas.
92. En estos días de calor, le pongo leche, hielo y lo tomo frío.
93. Pero hoy no hace tanto calor.
94. Me quedo mirando la cafetera. Me gustan esas formas geométricas. Esa pollera tableada que tiene.
95. Como las que siempre me quería comprar mi abuela Hebe y yo le decía que no, que las odiaba.
96. Me gusta esa colita de caballo negra. Como de rulo. Y esa especie de boinita.
97. Pienso en el tubo que la atraviesa. Un sistema digestivo, pero al revés. Digiere para afuera y nos escupe sus verdades.
98. Deliciosas.
99. La pienso como una gran mujer.
100.  Como La Espoturno. Pero buena.

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