Sigue
esa polilla negra en el techo. En silencio. Se quiere ir volando y no sabe
cómo.
La
risa ucraniana en el asiento de atrás. De qué se reirá. No lo sabemos.
Un
llanto espástico en el primer asiento. El rimmel inunda los poros. Por qué
llorará. Tampoco lo sabemos.
Hay
un jazmín nadando en un frasco de mermelada vacío. A punto de marchitarse.
Apesta a dulzura.
¿Por qué sigue acá?
Una palta cae. Se
aplasta ¿Cuándo voy a volver a tus labios? ¿Cuándo me vas a comer?
Un arroz me mira
atento. Desde el piso. Angustiado. ¿Cuándo me vas a barrer?
Un terrón de azúcar se
desparrama por la mesa. Baila. ¿Cuándo me vas a juntar con el dedo para que
vuelva a ser lo que era?
Mugre profunda. Mugre
crocante. Mugre relamida. Mugre salada. Mugre ácida, agridulce ¿Cuándo vas a
irte y dejarme brillar?
Aderezo parsimonioso.
Calmo. ¿Cuándo vas a caer sobre mi piel? ¿Cuándo vas a bañarme en tu salsa y
darme sabor?
Vientos de migas.
Tempestades de migas. Ráfagas de migas, capaces de cegarme. ¿Cuándo me van a
hacer cosquillas? ¿Cuándo vamos a volar alto, acariciando los techos, sin mirar
para abajo?
Océano de cereales. Triángulos
turquesas. Círculos carmines. ¿Cuándo voy a nadar en tu inmensidad?
Perfume corrosivo.
¿Cuándo te vas a ir y dejarme tranquila? ¿Cuándo?
**
Nadie contesta.
Nos miramos.
Nos abrazamos.
Y
abrimos la ventana.
Comentarios