Oda a la ducha

Si me escupes la cabeza
cuando canto serenatas.
mi canción no te interesa
ni desnudo, ni con bata.

Mi queridísima ducha,
¿por qué serás tan ingrata?
¿por qué será que no escuchas?
¡Ni siquiera te percatas!

Estas notas las entono,
para nombrarte mi amante
mientras mi cuerpo enjabono.
con una esponja exfoliante.

Tu rocío me humedece,
y con tu lluvia, me inundo.
Me bañaré tantas veces,
para no quedar inmundo…

¡Pero si tú no me escuchas!
¿Para quién son estos versos?
Me olvidaré de esta lucha,
cuando en el agua esté inmerso…

Pues si tus aguas nerviosas
no quieren ser de mi alma,
¡En bañadera de losa,
me amarán las aguas calmas!

Comentarios