Algunas teorías

Tengo algunas teorías sobre la conducta humana. Sé que son un poco absolutistas, encasilladas; pero como no creo en ellas religiosamente, tampoco me preocupa que lo sean.
Me divierte pensarlas, y divagar sobre ellas. Enunciar la regla general. Un de las teorías explica algo así: “Todas las personas que se dignen de ser consideradas como tales, llegado determinado momento de sus vidas (a veces puede suceder más de una vez), comienzan un camino directo. Existen dos opciones: El camino de la formación del individuo. El camino de la deformación del individuo.
Hay algunos puntos que vale la pena destacar. El tratarse de dos opciones no significa que sean “opcionales”; ya que estos caminos en la mayoría de los casos comienzan a transitarse sin haber pasado previamente por un momento de opción u elección del mismo. Tan sólo pasa.
Volviendo al punto. El primero de los caminos consiste, en la mayoría de los casos, en un proceso autocrítico en donde el individuo en cuestión considera la posibilidad (o necesidad) de mejorar como persona. Puede llevarlo a cabo de diferentes maneras.
Construirá vínculos positivos que lo enriquezcan espiritualmente.
Estudiará duro y aprenderá cosas nuevas e interesantes
Se analizará con alguna terapia e intentará estar en paz con su mente y su alma.
Realizará alguna actividad física que le permita estar en armonía con su cuerpo.
Cocinará cosas ricas y nutritivas.
Se planeará metas (laborales y personales) y se propondrá alcanzarlas.
Puede que lo logre o puede que no. Pero el camino va hacia ese lado.
El segundo de los caminos sería igual pero inmediatamente opuesto. El individuo, casi siempre evita la autocrítica o es pesimista con respecto a la idea de progreso. El motivo no importa ahora. El caso es que el camino lo llevará rumbo hacia la deformación. Construirá vínculos negativos, y casi siempre enfermizos.
Adquirirá vicios nocivos.
No estará interesado en adquirir nuevos conocimientos, sin embargo consumirá todo lo que los medios de comunicación masivos quieran ofrecerle.
Se mantendrá pasivo y se convertirá en un ser fláccido.
No tendrá mayores metas en su vida. Quizás logre alguna, pero de pura casualidad.
Tiene altas chances de ganar la lotería. Puede que lo logre o puede que no.
El segundo de los caminos va hacia ese lado.
Claro que este proceso a veces no es lineal ni ocurre hacia uno solo de los sentidos. Sino que, cada uno de ellos, se anda y se desanda varias veces. Se invierten. Se vuelven a empezar. Uno se forma y se deforma. Por eso hay mucha gente que transita este mundo bajo una forma amorfa, luego de tanta formación y deformación consecutivas.
Claro que, como toda teoría, existen excepciones que no hacen más que confirmar la regla. Pero, frente a esta teoría en particular, me encontré con serias complicaciones por tratarse de pruebas y datos cualitativos de difícil comprobación y principalmente subjetivos.
Hubo personas que no estuvieron del todo de acuerdo en ser considerados caminantes del camino de la deformación y amenazaron con derribar mi teoría, y con cosas peores.
¿El motivo? Seré un poco autocrítica con mi pequeña teoría. Lo que bajo mis ojos puede ser considerado un vínculo negativo, para la persona que lo está vivenciando se trata del romance más hermoso de su corta existencia. Lo que yo puedo llegar a considerar como un estudio nutritivo para el alma y para el intelecto, otro puede llegar a considerarlo como un vicio nocivo altamente riesgoso.
La conclusión a la cual he llegado luego de enunciar esta teoría y su respectiva autocrítica es que, negándome a la refutación de la misma, muy por el contrario, renunciaré a su comprobación. Esto se debe a que, aunque así lo hiciera, siempre sería cuestionada. No es ese mi el objetivo. Tampoco lo contrario.

He dicho.

Comentarios

Virgi dijo…
Felicitaciones Gaby!! imaginación,conocimiento,humor y todo el corazón puesto en tus obras.Èxitos!!