Crónicas de Nieve - "El día de hoy"

Lo esperó días enteros. Pero el leguleyo nunca apareció.
Los perros, creyéndola árbol, pasaban y orinaban en sus tacos. Las vecinas, la miraban desde lejos. Comentaban entre ellas cómo era posible que siguiera allí, en medio de la nieve, y con los brazos en alto.


El día de hoy, en su lugar, se puede ver una estatua.
Todos se preguntan si la construyeron en su memoria, o si es ella, que endureció de tanto esperar.

Los perros siguen orinándola. Pero las vecinas, no, ya no hacen comentarios.



¡Eran tan amigos antes! Ahora me piden que los dibuje, pero en renglones diferentes, por favor.
¡No se pueden ni ver!
Todo sucedió un día: tropezaron en la nieve, los unos con los otros. Las barbas de Torcuato se enredaron con los lentes de Ferrante. Ferrante, sin poder ver a Benito que se acercaba, cayó sobre sus patines. Y Benito y Torcuato... Bueno, ellos ya no se querían desde antes, pero por otros motivos.

El día de hoy, Torcuato se afeita todas las mañanas, Ferrante usa lentes de contacto verdes y Benito se transporta sobre ruedas por las calles. Pero siempre en renglones diferentes.

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