Tazas vacías / Relato incomprensible

La miro. La miro y me pregunto. ¿Para qué podría llegar a serme útil una pava del tamaño de mi mejilla?

¿Cuántas veces debería abrir la canilla? ¿Cuántas veces, llenarla de agua? ¿Cuántas veces, encender el fuego? ¿Cuántas veces vaciar su contenido en mi taza? ¿Cuántas veces? Hasta poder tomarme un rico té de canela.

La miro una vez más.

Pero hay cosas que no comprendo.

Así me quedo unos minutos.

En eso, la pava me mira.

¿Por qué habría de querer serte útil? Si puedo estar acá. Mirarte desde este estante. Reírme horas y horas, junto a las demás miniaturas, de tu cara estupefacta, de tu taza vacía.

(Hay cosas que nadie comprende)

Comentarios