Hay mucha gente. Está oscuro. Se para frente a mí. Puedo ver sus poros. Hace calor. Él transpira. Puedo ver la transpiración brotando de sus poros. La puedo sentir. Una gota fría me moja la nariz. Su cutis graso brilla en la oscuridad. Algunos puntos negros generan contraste.
Se acerca cada vez más. Siento su respiración. Su respiración agitada. Casi asmática. Ahora huelo su aliento. Adivino que fue lo último que deglutó. Fideos al pesto.
Sonríe. Demasiado. Sí. Fideos al pesto. Es un hecho. Puedo ver asomar una hoja de albahaca entre sus dientes.
Ya no hay distancias entre nosotros. Su barba incipiente me raspa la mejilla. Acerca su boca a la mía. La aprieta. La mueve. La abre. Mueve su lengua. Cómo intentando hurgar. ¿Qué espera encontrar dentro? Hurga un poco más. Siento su paladar ojibal. Saliva. Saliva y más saliva. Y por tercera vez lo corroboro: Fideos al pesto. Fideos al pesto. Fideos al pesto.
Se acerca cada vez más. Siento su respiración. Su respiración agitada. Casi asmática. Ahora huelo su aliento. Adivino que fue lo último que deglutó. Fideos al pesto.
Sonríe. Demasiado. Sí. Fideos al pesto. Es un hecho. Puedo ver asomar una hoja de albahaca entre sus dientes.
Ya no hay distancias entre nosotros. Su barba incipiente me raspa la mejilla. Acerca su boca a la mía. La aprieta. La mueve. La abre. Mueve su lengua. Cómo intentando hurgar. ¿Qué espera encontrar dentro? Hurga un poco más. Siento su paladar ojibal. Saliva. Saliva y más saliva. Y por tercera vez lo corroboro: Fideos al pesto. Fideos al pesto. Fideos al pesto.
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